martes, 29 de enero de 2013

Herpes en los labios

El herpes labial suele ser considerado una patología leve y sin importancia en comparación con muchas otras infecciones virales, sin tener en cuenta su prevalencia (en torno a un 90% de la población en la cuarta etapa de su vida) y sus implicaciones sociales. Este virus puede causar lesiones muy aparentes e incómodas físicamente que limitan el bienestar del afectado por lo doloroso que puede llegar a ser para comer o hablar.
Esta dolencia puede llegar a tener un gran impacto emocional que solo conocen los afectados, que pueden llegar a cambiar sus rutinas diarias con tal de evitar ser vistos con la lesión o para prevenir la propagación del virus a sus familiares o conocidos más cercanos.


1. Primeras fases de la infección: lavar la zona afectada cuidadosamente con agua y jabón. Si utilizamos un jabón antisépticoevitaremos la diseminación del virus. Podemos recomendar solución jabonosa de povidona yodada o de clorhexidina. Secar cuidadosamente con papel y desecharlo.

La  aplicación de cremas antivirales (aciclovir 5% o penciclovir 1%) es de suma importancia, ya que disminuiremos en gran medida la replicación viral y con ella la duración de la lesión. Debemos indicar al paciente que se aplique la crema 5 veces al día, cada 4 horas, durante el día, sin aplicarla por la noche para de esta forma respetar el sueño. Se aplicará con la punta del dedo, con un bastoncillo o un guante, siendo conveniente que el paciente se lave las manos antes y después.

Es importante que el paciente mantenga una perfecta hidratación en las demás partes del labio no afectadas, ya que de esta forma se evitará en gran medida la fácil diseminación del virus, al no encontrar grietas labiales.

La utilización de parches de poliuretano, si la persona no puede mantener estos cuidados, ya sea por falta de tiempo o de ganas, es importante, ya que estos parches también evitarán la diseminación del virus, aportarán confort a la lesión y la mantendrán perfectamente hidratada. Los parches también son útiles si las características del paciente lo requieren, como es el caso de pacientes que trabajan de cara al público.

2. Fase de costra: puede seguir existiendo riesgo de diseminación. En este punto lo esencial es la antisepsia de la herida para que el riesgo de sobreinfección bacteriana disminuya. Sería interesante la aplicación de geles antisépticos dos veces al día, que acelerarán el proceso de curación y disminuirán el riesgo de infección; y evitarán roturas de la misma.

En esta fase sigue siendo de gran importancia la hidratación labial en las otras partes del labio, ya que todavía sigue existiendo riesgo de diseminación.

Si la primera opción de tratamiento fue la utilización de parches protectores, podrán seguir utilizándose en esta fase, ya que agilizarán la curación.

3. Fase de cicatrización: ya no existe costra, y aunque normalmente estas lesiones no suelen dejar cicatriz patológica y suelen cicatrizar de forma normal, puede que durante un tiempo la zona aparezca roja, más frágil y con signos de haber sufrido una lesión, situación que a muchos pacientes incomoda en sobremanera. Es interesante la aplicación de productos que mejoren o aceleren el proceso de cicatrización y regeneración de la piel:

- Rosa Mosqueta (Rosa rubiginosa): aceite, geles, bálsamos labiales regeneradores. Estos productos se indicarán dependiendo de dónde se haya localizado la lesión y del tipo de piel del paciente.
- Centella asiática: existen presentaciones en cremas que pueden mejorar la regeneración
de la zona.
- Caléndula: pomadas o cremas, que se indicarán dependiendo de la zona.

Consejos útiles durante el brote:

• No apretar, pellizcar ni morder las ampollas, ni tocarse los ojos después de tocar la lesión, de esa forma evitaremos una infección ocular.
• Es importante iniciar el tratamiento al inicio de los síntomas, durante la fase prodrómica (en las que se inicia la replicación viral), de esta forma acortaremos el tiempo de curación.
• Al aplicar el tratamiento adecuado es importante hacerlo con la punta del dedo, un guante
estéril o un bastoncillo, evitando de esta forma la infección en otras partes del cuerpo. Al finalizar lavarse bien las manos con agua y jabón.
• Si se utilizan protectores labiales a lo largo del tratamiento, es importante aplicarlos de la
misma manera, para evitar así la contaminación del producto y con ella un nuevo brote.
• Ya que el herpes labial es altamente contagioso, sobre todo en sus fases iniciales, es importante que el paciente evite el excesivo contacto físico, sobre todo evitar besar a bebés y niños.

Consejos para prevenir posibles brotes
  1. Limitar la exposición al sol. Si no es posible, aplicar una fotoprotección adecuada, renovándola cada 2 horas.
  2. Evitar los desencadenantes que puedan reactivar al virus, tales como los cambios bruscos de temperatura (depilación caliente, frío excesivo), los labios secos, el estrés emocional o la fatiga.
  3. Utilizar protectores de piel, con los que se conseguirá una piel intacta, menos susceptible a la reinfección por herpes simple.
  4.  No compartir cubiertos, tazas, vasos, botellas de agua, toallas, cepillos de dientes o cuchillas de afeitar.
  5.  Mantener una higiene adecuada; lavarse las manos con frecuencia.
  6. Aprender técnicas para combatir el estrés.


Solicita una cita con su médico si tienes:
  • Síntomas que son graves o que no desaparecen después de dos semanas.
  • Llagas o ampollas cerca de los ojos.
  • Síntomas de herpes y un sistema inmunitario debilitado debido a ciertas enfermedades o medicamentos.