lunes, 27 de mayo de 2019

Semana sin humo 2019: EPOC y Tabaco

Comenzamos la #Semanasinhumo que acabará el viernes 31 de mayo con el Día Mundial Sin Tabaco. Aprovecharé por tanto, tratar un problema importante y que guarda bastante relación con el consumo del tabaco: la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)



La EPOC es una enfermedad bastante frecuente, prevenible y tratable. Se caracteriza por una limitación persistente al flujo aéreo, que normalmente es progresiva y se asocia a una respuesta inflamatoria acentuada y crónica de las vías respiratorias y los pulmones ante la exposición a partículas o gases nocivos. Las exacerbaciones y comorbilidades contribuyen a la gravedad general en cada paciente en lo individual. 



Es una enfermedad eminentemente crónica y progresiva, que presenta continuas exacerbaciones (sobreinfecciones bacterianas o víricas), que cursa en sus estadios más avanzados con afectación extrapulmonar o sistémica, y caracterizada por la limitación al flujo aéreo poco reversible. 

Los síntomas más destacados son disnea (dificultad para respirar), tos crónica y expectoración crónica. 

Los factores relacionados con el desarrollo de la EPOC son: 

-Contaminación ambiental: los factores genéticos aumentan en mayor o menor medida la susceptibilidad individual ante la exposición de estos factores ambientales. 

-Contaminación en ambientes cerrados. 

-Factores ocupacionales, relacionados con determinados puestos de trabajo en ambientes con elevados niveles de partículas o gases nocivos. 

-Pero, el factor de riesgo más relacionado con la EPOC es el tabaquismo (75-80% de los casos), por lo que la cesación tabáquica es la principal medida para evitar el desarrollo y progresión de la enfermedad. 

Los fumadores de cigarrillos son los que más riesgos tienen de desarrollar la enfermedad, influyendo tanto el tiempo como el número de cigarrillos/día, seguidos de los fumadores de pipa y cigarros. 

El consumo prolongado de tabaco produce cambios sobre la vía aérea mediante un mecanismo inflamatorio que afecta a vías aéreas principales y de pequeño calibre, septos alveolares y arterias musculares. Las paredes de los alveolos que son finas, se van a destruir, produciendo un engrosamiento e inflamación de los bronquios. 

Además, produce hipertrofia e hiperplasia de las glándulas mucosecretoras y una alteración de la movilidad ciliar, aumentando la secreción mucosa y dificultando su eliminación, obstruyéndose esta vías. 

El consumo de tabaco también está relacionado con una disminución en la respuesta inmune frente a virus, favoreciendo una mayor frecuencia de infecciones virales en personas fumadoras. Las infecciones bronquiales recurrentes y la colonización por gérmenes es otro de los factores implicados en una mayor susceptibilidad para desarrollar la enfermedad. 

La EPOC es una enfermedad de mayor prevalencia en los hombres, debido al mayor índice de tabaquismo en los hombres durante toda la historia. Pero, el patrón está cambiando al aumentar el número de mujeres fumadoras (sobre todo mujeres jóvenes), ya que lo hacen con más fuerza y les cuesta más dejarlo, con lo cual la industria del tabaco las usa para su promoción. 

Cada vez más, desde todo el ámbito sanitario se realizan programas de cesación tabáquica, una forma importante de intervención tanto en pacientes que ya presenten la enfermedad, como en los que todavía no. Estas intervenciones tanto de forma individual como grupal son efectivas para dejar de fumar. 

Pero aun así, estamos lejos de proporcionar toda la ayuda suficiente para estos programas de cesación, ya que los sistemas sanitarios deberían facilitar asesoramiento sobre el abandono del tabaco en el marco de la atención primaria de salud y apoyar el establecimiento de líneas telefónicas de ayuda al abandono del tabaco, además de otras iniciativas comunitarias, junto con el tratamiento farmacológico de fácil acceso y bajo costo, cuando sea conveniente. 

Por esto, el farmacéutico comunitario debería desempeñar un papel muy importante en esta lucha contra el tabaquismo, ya que es el profesional sanitario más accesible y próximo tanto para los enfermos como para los fumadores que aún gozan de buena salud
Hay que tomar conciencia de la necesidad de realizar Atención Farmacéutica en tabaquismo. 






Las intervenciones breves (de aproximadamente 3 minutos) para aconsejar al paciente que deje de fumar pueden ser eficaces, con una tasa de cesación del 5 al 19%. En esta intervenciones, ayudamos a que nuestros pacientes comprendan el riesgo que supone el tabaco para su salud, y también, que se planteen la necesidad de abandonarlo. Se considera una intervención coste eficaz y tiene un impacto determinante en la reducción de la mortalidad. 

+¿A quién?:

A TODO EL MUNDO!!!. Principalmente fumadores y exfumadores recientes. Pero, hay que realizarlas a todas las personas que pasen por la farmacia.

+¿Cómo deben ser?:

•Breve.
•Veraz y actualizada.
•Comprensible y sencilla.
•Motivadora, no culpabilizadora pero firme.
•Clarificadora. Beneficio/riesgo.
•Empática, respetuosa, en positivo.
•Oportunista (motivo consulta).
•Entregando material de información, y ofreciendo nuestra ayuda.

+Ventajas:

•Muy coste/efectiva.
•Llega a una elevada cantidad de población.
•10% fumadores dejan de fumar.
•Desencadena intentos cesación.
•Adecuada para entornos sanitarios con tiempo de atención muy limitado.


En otras intervenciones intentamos aumentar la motivación del paciente, estudiar las recaídas si ha tenido, estímulos asociados a su consumo, sustitución de la conducta de fumar, y usar estrategias con o sin fármacos que nos ayuden a esta cesación. 

En la dependencia de la nicotina, al igual que en otras dependencias a sustancias psicoactivas, la alteración de la conducta se presenta como una pérdida o déficit de control sobre el consumo de la nicotina. El tratamiento más efectivo del tabaquismo requiere también el uso de intervenciones psicológicas conductuales


Con el tratamiento farmacológico, además, se puede conseguir que hasta un 15-30% de los pacientes se mantengan abstinentes al cabo de un año, triplicando las posibilidades de éxito frente al abandono espontáneo.




martes, 7 de mayo de 2019

Día Mundial del Asma 2019

El asma es una enfermedad común de larga duración que afecta a las vías respiratorias. Puede iniciarse en la niñez o en la edad adulta, y sin el cuidado adecuado, el asma puede llegar a ser grave, incluso mortal. Se trata de uno de los trastornos crónicos más frecuentes, que llega a afectar a 334 millones de personas de todas las edades a nivel mundial.

El asma bronquial es un síndrome caracterizado por la obstrucción generalizada reversible de las vías aéreas que se instaura de forma recurrente, provocada por estímulos que por sí mismos no son nocivos y que no afectan a individuos que no sean asmáticos. Además, existe una alteración inflamatoria crónica de las vías aéreas en las que participan los mastocitos, eosinófilos y linfocitos T, provoca edema, hipertrofia de glándulas mucosas y músculo liso, fibrosis y lesión epitelial. Esta alteración inflamatoria, va a llevar a una hiperreactividad de las vías aéreas frente a una amplia variedad de estímulos (alérgenos, frío, ejercicio físico, infecciones, estados emocionales, estrés, etc.) que se traduce en crisis o ataques.



Las vías respiratorias son propensas a inflamarse, lo que provoca que se hinchen y se estrechen. Se vuelven más sensibles a ciertas sustancias que se inhalan (desencadenantes), que pueden empeorar la inflamación y provocar que los músculos que rodean estas vías respiratorias se estrechen, disminuyendo los conductos de aire y dificultando la respiración. 

También se produce exceso de moco, haciendo que los conductos respiratorios se estrechen todavía más.

+Desencadenantes del asma:


1. Humo del tabaco: el tabaco contiene múltiples sustancias que son tóxicas para nuestro organismo, pero no solo el tabaco en sí mismo, sino que también el humo del tabaco contiene sustancias tóxicas. En el caso de las personas asmáticas el daño es peor. Y no solo no debe fumar, sino que el humo de segunda mano (humo exhalado por el fumador y el que proviene de la punta de los cigarros, pipas… que estén encendidos) también les puede ocasionar un ataque de asma. 


2. Ácaros del polvo: Los ácaros del polvo son el desencadenante de muchos ataques en los asmáticos. Para prevenirlos se recomienda usar fundas de colchones y almohadas, evitar que sean de plumas y eliminar todos los elementos donde puedan acumularse: muñecos de peluche, cojines, ... 

También, es muy importante una buena higiene en casa: airear las habitaciones, lavar la ropa de cama con agua caliente, ... 

3. Contaminación atmosférica: la contaminación provocada por las industrias, los vehículos, etc. es un elemento que puede favorecer la aparición de un ataque de asma. Es recomendable planear actividades al aire libre cuando los niveles los niveles de contaminación sean bajos o en lugares apartados de esta contaminación. 

4. Mascotas: si la mascota de casa es peluda, en algunos casos puede ser el responsable de los ataques de asma, así que es necesario tener unos cuidados especiales: mantener alejado al animal de la habitación de la persona asmática, bañarlos todas las semanas y mantenerlos en zonas exteriores el mayor número de horas posible. Además, es muy importante pasar la aspiradora con frecuencia para eliminar cualquier posible pelo. 

5. Moho (hongos): la humedad del ambiente puede provocar el crecimiento del moho en nuestros hogares. Se puede disminuir el grado de humedad en nuestra casa con el uso del aire acondicionado o de un deshumificador. Si disponemos de un higrómetro, nos permitirá controlar los niveles de humedad e intentar mantenerlos lo más bajos posible. 

6. Otros desencadenantes: todas aquellas patologías que afecten a las vías respiratorias, como puede ser la gripe o los resfriados, la sinusitis o los procesos alérgicos son también desencadenantes, además de otros como el ejercicio intenso, algunos medicamentos, inhalar aire frío y seco, algunos alimentos, ...


+Principales síntomas de asma: 


a) Sibilancias: silbido que se produce al respirar. 
b) Disnea o dificultad para respirar. 
c) Tos que empeora por la noche y temprano por la mañana. 
d) Presión en el pecho. 

Estos síntomas se deben a reacciones que estrechan las vías respiratorias. Cuando los síntomas se agudizan, se conoce como un ataque de asma. Hay muchas otras enfermedades que pueden tener los mismos síntomas, por lo que es importante acudir al médico para ser diagnosticado correctamente.

+Tratamiento del asma:


El tratamiento del asma tiene que consensuarse entre el médico y el paciente (o familia) para que se cumplan los objetivos, y teniendo claras las pautas para su modificación o adaptación a las circunstancias cambiantes de la enfermedad. 

Este tratamiento se ajusta de forma continua para que el paciente esté siempre controlado. 
Para el mantenimiento del asma en adultos, existen 6 escalones terapéuticos con distintos niveles de tratamiento.


Los fármacos para tratar el asma se clasifican como: 

-Medicamentos de control o mantenimiento: deben administrarse a diario durante periodos prolongados.
  • Glucocorticoides inhalados o sistémicos. 
  • Antagonistas de los receptores de los leucotrienos (ARLT). 
  • Agonistas b2-adrenérgicos de acción larga (LABA). 
  • Tiotropio y anticuerpos monoclonales anti-IgE (omalizumab). 
  • Las cromonas y la teofilina de liberación retardada han caído en desuso por su menor eficacia.
-Medicamentos de alivio (de rescate): se utilizan a demanda para tratar o prevenir la broncoconstricción de forma rápida.
  • Agonistas b2-adrenérgicos de acción corta (SABA) inhalados que son los de elección.
  • Anticolinérgicos inhalados como el bromuro de ipratropio.





(FUENTES: Alianza contra el asma: SEFAC y Sociedad GRAP; Guía GEMA)