lunes, 30 de septiembre de 2013

¿Necesitas vitaminas?

Las vitaminas son un grupo de sustancias que son esenciales para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normales.
Existen 13 vitaminas esenciales, lo cual significa que son necesarias para que el cuerpo funcione y son las siguientes:
  • Vitamina A
  • Vitamina C
  • Vitamina D
  • Vitamina E
  • Vitamina K
  • Vitamina B1 (tiamina)
  • Vitamina B2 (riboflavina)
  • Vitamina B3 (niacina)
  • Vitamina B5 (ácido pantoténico)
  • Vitamina B8 (biotina)
  • Vitamina B6 (piridoxina)
  • Vitamina B12 (cianocobalamina)
  • Vitamina B9 (ácido fólico)


 Los vegetales, hongos y microorganismos son capaces de elaborarlas por sí mismos. Los animales, salvo algunas excepciones, carecen de esta capacidad, por lo que deben obtenerlas a partir de los alimentos de la dieta. En algunos casos los animales obtienen algunas vitaminas a través de sus paredes intestinales, cuya flora bacteriana las producen.
Son sustancias lábiles, ya que se alteran fácilmente por cambios de temperatura y PH, y también por almacenamientos prolongados.
Las vitaminas son parte esencial de nuestro desarrollo, participan en el metabolismo de muchas sustancias ayudando a liberar energía necesaria para las actividades que el cuerpo necesita llevar a cabo.
Una adecuada alimentación es la fuente perfecta de vitaminas, minerales y demás elementos necesarios para un buen desarrollo.
Todas las vitaminas son importantes ya que cada una de ellas desempeña papeles diferentes, una sola vitamina no puede sustituir a las demás ya que no poseen propiedades iguales.
La carencia de vitaminas puede conducirnos a contraer graves enfermedades que evitaríamos con una balanceada alimentación, cuidándonos de no consumir unas en exceso y otras en poca o nula cantidad.


Los trastornos orgánicos en relación con las vitaminas se pueden referir a:


-Avitaminosis: si hay carencias totales de una o varias vitaminas. 
-Hipovitaminosis: si hay carencia parcial de vitaminas. 
-Hipervitaminosis: si existe un exceso por acumulación de una o varias vitaminas, sobre todo las que son poco solubles en agua y, por tanto, difíciles de eliminar por la orina.
Las vitaminas se designan utilizando letras mayúsculas, el nombre de la enfermedad que ocasiona su carencia o el nombre de su constitución química.
Tradicionalmente se establecen 2 grupos de vitaminas según su capacidad de disolución: vitaminas  hidrosolubles y liposolubles.


Vitaminas Liposolubles:

  • Vitamina A (Retinol): ayuda a la formación y mantenimiento de dientes, tejidos óseos y blandos, membranas mucosas y piel sanos.
  • Vitamina D (Calciferol): también se conoce como "la vitamina del sol" debido a que el cuerpo la produce luego de la exposición a la luz solar. De 10 a 15 minutos de exposición al sol tres veces a la semana son suficientes para producir los requerimientos corporales de esta vitamina. Es posible que las personas que no viven en lugares soleados no produzcan suficiente vitamina D. Es muy difícil obtener la vitamina D únicamente de fuentes alimenticias. Esta vitamina le ayuda al cuerpo a absorber el calcio, el cual es necesario para el desarrollo normal y el mantenimiento de dientes y huesos sanos. Asimismo, ayuda a mantener niveles sanguíneos apropiados de calcio y fósforo.
  • Vitamina E (Tocoferol): es un antioxidante, conocida también como tocoferol. Juega un papel importante en la formación de glóbulos rojos y ayuda al cuerpo a utilizar la vitamina K.
  • Vitamina K (Antihemorrágica): participa en diferentes reacciones en el metabolismo, como coenzima, y también forma parte de una proteína muy importante llamada protombina que es la proteína que participa en la coagulación de la sangre. La deficiencia de vitamina K en una persona normal es muy rara, solo puede ocurrir por una mala absorción de grasas. Dosis altas de vitamina K sintética puede producir lesión cerebral en los niños y anemia en algunos adultos.
    Su deficiencia produce alteraciones en la coagulación de la sangre y Hemorragias difíciles de detener.

Vitaminas Hidrosolubles:

  • Vitamina C: es necesaria para producir colágeno que es una proteína necesaria para la cicatrización de heridas. Es importante en el crecimiento y reparación de las encías, vasos sanguíneos, huesos y dientes, y para la metabolización de las grasas, por lo que se le atribuye el poder de reducir el colesterol. El consumo adecuado de alimentos ricos en vitamina C es muy importante porque es parte de las sustancias que une a las células para formar los tejidos. Las necesidades de vitamina C no son iguales para todos, durante el crecimiento, el embarazo y las heridas hay requerimientos aumentados de esta vitamina.
    El déficit de vitamina C produce Escorbuto, que se caracteriza por hinchamientos, hemorragias en las encías y caída de los dientes.
  • Vitamina B1 (tiamina): ayuda a las células corporales a convertir los carbohidratos en energía. Obtener muchos carbohidratos es muy importante durante el embarazo y la lactancia. También es esencial para el funcionamiento del corazón y el mantenimiento de neuronas sanas.
  • Vitamina B2 (riboflavina): al igual que la tiamina, actúa como coenzima, es decir, debe combinarse con una porción de otra enzima para ser efectiva en el metabolismo de los hidratos de carbono, grasas y especialmente en el metabolismo de las proteínas que participan en el transporte de oxígeno. También actúa en el mantenimiento de las membranas mucosas. La insuficiencia de riboflavina puede complicarse si hay carencia de otras vitaminas del grupo B. Sus síntomas, no tan definidos como los de la insuficiencia de tiamina, son lesiones en la piel, en particular cerca de los labios y la nariz, y sensibilidad a la luz.
  • Vitamina B3 (niacina): también vitamina PP o nicotinamida. Interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Es un vasodilatador que mejora la circulación sanguínea, participa en el mantenimiento fisiológico de la piel, la lengua y el sistema digestivo. Es poco frecuente encontrarnos con estados carenciales, ya que nuestro organismo es capaz de producir una cierta cantidad de niacina a partir del triptófano, aminoácido que forma parte de muchas proteínas que tomamos en una alimentación mixta. Consumirla en grandes cantidades reduce los niveles de colesterol en la sangre. Aunque las grandes dosis en periodos prolongados pueden ser perjudiciales para el hígado. Sin embargo, en países del Tercer Mundo, que se alimentan a base de maíz aparece la pelagra, enfermedad caracterizada por dermatitis, diarrea y demencia (las tres D de la pelagra).
    Es vital en la liberación de energía para el mantenimiento de la integridad de todas las células del organismo y para formar neurotransmisores. Es esencial para la síntesis de hormonas sexuales, y la elaboración de cortisona, tiroxina e insulina en el organismo, ayudando, por tanto a mantener una piel sana y un sistema digestivo eficiente. Es indispensable para la salud del cerebro y del sistema nervioso.
  • Vitamina B5cido pantoténico): desempeña un papel aún no definido en el metabolismo de las proteínas. Interviene en el metabolismo celular como coenzima en la liberación de energía a partir de las grasas, proteínas y carbohidratos. Se encuentra en una gran cantidad y variedad de alimentos (pantothen en griego significa "en todas partes"). Forma parte de la Coenzima A, que actúa en la activación de ciertas moléculas que intervienen en el metabolismo energético, es necesaria para la síntesis de hormonas antiestrés, a partir del colesterol, necesaria para la síntesis y degradación de los ácidos grasos, para la formación de anticuerpos, para la biotransformación y detoxificación de las sustancias tóxicas. Su carencia provoca falta de atención, apatía, alergias y bajo rendimiento energético en general. Su falta en los animales produce caída del pelo y canicie; en los humanos se observa malestar general, molestias intestinales y ardor en los pies. A veces se administra para mejorar la cicatrización de las heridas, sobre todo en el campo de la cirugía.
  • Vitamina B8 (biotina): también llamada vitamina H. Es una coenzima que participa en la transferencia de grupos carboxilo (-COOH), interviene en las reacciones que producen energía y en el metabolismo de los ácidos grasos. Interviene en la formación de la glucosa a partir de los carbohidratos y de las grasas. Es necesaria para el crecimiento y el buen funcionamiento de la piel y sus órganos anexos (pelo, glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas) así como para el desarrollo de las glándulas sexuales. Una posible causa de deficiencia puede ser la ingestión de clara de huevo cruda, que contiene una proteína llamada avidina que impide la absorción de la biotina. Su carencia produce depresión, dolores musculares, anemia, fatiga, nauseas, dermatitis seborreica, alopecia y alteraciones en el crecimiento.
  • Vitamina B6 (piridoxina): actúa en la utilización de grasas del cuerpo y en la formación de glóbulos rojos. Mejora la capacidad de regeneración del tejido nervioso, para contrarrestar los efectos negativos de la radioterapia y contra el mareo en los viajes. El déficit de vitamina B6 produce alteraciones como depresión, convulsiones, fatiga, alteraciones de la piel, grietas en la comisura de los labios, lengua depapilada, convulsiones, mareos, náuseas, anemia y piedras en el riñón.... Es esencial para el crecimiento ya que ayuda a asimilar adecuadamente las proteínas, los carbohidratos y las grasas y sin ella el organismo no puede fabricar anticuerpos ni glóbulos rojos. Es básica para la formación de niacina (vitamina B3), ayuda a absorber la vitamina B12, a producir el ácido clorhídrico del estómago e interviene en el metabolismo del magnesio. También ayuda a prevenir enfermedades nerviosas y de la piel.
    Esta vitamina se halla en casi todos los alimentos tanto de origen animal como vegetal, por lo que es muy raro encontrarse con estados deficitarios.
  • Vitamina B12 (cianocobalamina): interviene en la síntesis de ADN, ARN. Es necesaria para la formación de nucleoproteínas, proteínas, glóbulos rojos y para el funcionamiento del sistema nervioso, para la movilización (oxidación) de las grasas y para mantener la reserva energética de los músculos. La insuficiencia de vitamina B12 se debe con frecuencia a la incapacidad del estómago para producir una glicoproteína que ayuda a absorber esta vitamina. El resultado es una anemia perniciosa, con los característicos síntomas de mala producción de glóbulos rojos, síntesis defectuosa de la mielina, pérdida del tejido del tracto intestinal, psicosis, degeneración nerviosa, desarreglos menstruales, úlceras en la lengua y excesiva pigmentación en las manos (sólo afecta a las personas de color). Es la única vitamina que no se encuentra en productos vegetales.
  • Vitamina B9 (ácido fólico): junto con la vitamina B12 participa en la síntesis del ADN, la proteína que compone los cromosomas y que recoge el código genético que gobierna el metabolismo de las células, por lo tanto es vital durante el crecimiento. Previene la aparición de úlceras bucales y favorece el buen estado del cutis. También retarda la aparición de las canas, ayuda a aumentar la leche materna, protege contra los parásitos intestinales y la intoxicación por comidas en mal estado. Es imprescindible en los procesos de división y multiplicación celular, por este motivo las necesidades aumentan durante el embarazo (desarrollo del feto). En el embarazo las células se multiplican rápidamente y se forma una gran cantidad de tejido. Esto requiere bastante ácido fólico, razón por la que es frecuente una deficiencia de este elemento entre mujeres embarazadas. Participa en el metabolismo del ADN y ARN y en la síntesis de proteínas. Es un factor antianémico, porque es necesaria para la formación de las células sanguíneas, concretamente, de los glóbulos rojos.
    Su carencia se manifiesta de forma muy parecida a la de la vitamina B12 (debilidad, fatiga, irritabilidad, etc.). Produce en los niños detenimiento en su crecimiento y disminución en la resistencia de enfermedades. En adultos, provoca anemia, irritabilidad, insomnio, pérdida de memoria, disminución de las defensas, mala absorción de los nutrimentos debido a un desgaste del intestino. 
    Está relacionada, en el caso de dietas inadecuadas, con malformaciones en los fetos, dada la mayor necesidad de ácido fólico durante la formación del feto. 

 PRINCIPALES FUENTES:

  • Vitaminas Liposolubles:
    • Vitamina A (Retinol): Aceite de hígado de pescado, yema de huevo, aceite de soja, mantequilla, zanahoria, espinacas, hígado, perejil, leche, queso, tomate y lechuga.
    • Vitamina D (Calciferol): Yema de huevo, sardina, atún, queso, hígado, leche enriquecida y cereales.
    • Vitamina E (Tocoferol): Aceites Vegetales, germen de trigo, chocolate, legumbres, verduras, leche, girasol, frutas, maíz, soja, hígado.
    • Vitamina K (Antihemorrágica): Legumbres, verduras, yema de huevo, soja, hígado.

     
  • Vitaminas Hidrosolubles:  
    • Vitamina C: Leche de vaca, hortalizas, verduras, cereales, carne, frutas y cítricos.
    • Vitamina B1 (tiamina): Vísceras (hígado, corazón y riñones), levadura de cerveza, vegetales de hoja verde, germen de trigo, legumbres, cereales, carne y frutas.
    • Vitamina B2 (riboflavina): Levadura de cerveza, coco, pan, germen de trigo, legumbres, cereales y carne.
    • Vitamina B3 (niacina): Aguacate, huevos, harina integral de trigo, pan de trigo integral, levadura de cerveza, salvado de trigo, pescado (atún y peces de agua salada), carnes magras, legumbres, nueces, patata y carne de aves de corral.
    • Vitamina B5 (ácido pantoténico): Levadura de cerveza, vegetales verdes, vísceras, cereales, frutas y carne.
    • Vitamina B6 (piridoxina): Carne de Pollo, espinacas, garbanzos, cereales, aguacate, sardinas, plátano, lentejas, hígado, atún y pan.
    • Vitamina B8 (biotina): Levadura de cerveza, yema de huevo, leguminosas, riñones, coliflor, hígado, leche y frutas.
    • Vitamina B9 (biotina): vegetales verdes, yema de huevo, hígado, cereales, legumbres, nueces, naranjas y champiñones
    • Vitamina B12 (cianocobalamina): Quesos, carne, huevos, riñones, leche y pescado.


    RECOMENDACIONES:

    La cantidad diaria recomendada (CDR) para las vitaminas refleja qué cantidad de cada vitamina deben obtener la mayoría de las personas cada día.
    La CDR para las vitaminas se puede usar como meta para cada persona.
    La cantidad de cada vitamina que necesitas depende de la edad y el sexo. Otros factores, como el embarazo y su salud, también son importantes.

    La mejor manera de obtener todas las vitaminas diarias que necesitas es consumir una dieta equilibrada que contenga una amplia variedad de frutas, verduras, productos lácteos, legumbres, lentejas,...

    Los suplementos dietéticos son otra manera de obtener las vitaminas que necesitas si el alimento que consumes no te las está suministrando en la cantidad suficiente. Los suplementos pueden ser útiles durante el embarazo y para problemas médicos especiales.

    Si tomas suplementos, NO tomes más del 100% de la CDR. Ten mucho cuidado con respecto a tomar cantidades grandes de suplementos vitamínicos liposolubles (vitaminas A, D, E y K), debido a que estas vitaminas se almacenan en los adipocitos yse pueden acumular en su cuerpo y causar efectos dañinos.

    El consumo de tabaco, alcohol o drogas en general provoca un mayor gasto de algunas vitaminas, por lo que en estos casos puede ser necesario un aporte suplementario. Debemos tener en cuenta que la mayor parte de las vitaminas sintéticas no pueden sustituir a las orgánicas, es decir, a las contenidas en los alimentos o extraídas de productos naturales (levaduras, germen de trigo, etc.). Aunque las moléculas de las vitaminas de síntesis tengan los mismos elementos estructurales que las orgánicas, en muchos casos no tienen la misma configuración espacial, por lo que cambian sus propiedades.
    Si en nuestra dieta no faltan alimentos integrales y productos frescos y crudos, preferiblemente de cultivo biológico, es realmente difícil que lleguemos a padecer un estado carencial de alguna vitamina. En algunas circunstancias o etapas de la vida, las necesidades de algunas vitaminas aumentan.

martes, 17 de septiembre de 2013

¿Sabes lo qué es la enfermedad celíaca?

Enfermedad Celíaca (EC): es una forma de enteropatía que afecta a individuos genéticamente predispuestos, al entrar en contacto con alimen­tos que contienen gluten.
Ello determina la aparición de una lesión histo­lógica característica, aunque no patognomónica,
que en las formas más gra­ves provoca atrofia de las vellosidades instestinales.
Como consecuenciapuede producirse un defecto de malabsorción de nutrientes (principios
inmediatos, sales minerales y vitaminas) que conduce a diversos estados carenciales responsables de un amplio espectro de manifestaciones clíni­cas.
La EC puede presentarse a cualquier edad de la vida y cursa con manifestaciones clínicas muy variadas, aunque en muchos casos la enfer­medad es asintomática.
Estas premisas hacen especialmente relevante el papel del pediatra y del médico de familia en atención primaria en el diag­nóstico precoz, evitando así el desarrollo a largo plazo de complicaciones graves.

La enfermedad celíaca consiste en una intolerancia permanente a las pro­teínas del gluten del trigo (gliadina), del centeno (secalina), de la cebada (hordeina) y del triticale (híbrido de trigo y centeno).
Estudios recientes sugieren que la avena en estado puro (no contaminada por harina
de trigo) no parece influir en la patogénesis de la enfermedad.
La causa de la enfer­medad es desconocida pero en su desarrollo contribuyen factores genéticos (HLA DQ2 y DQ8), ambientales (gluten) e inmunológicos. El contacto de la mucosa intestinal con el gluten conduce a la apari­ción de un daño en la mucosa cuyo espectro oscila desde casos en los que únicamente se aprecia un aumento de la población de linfocitos
intraepite­liales (enteritis linfocítica) hasta formas avanzadas de atrofia vellositaria.
Cualquiera de las formas histológicas de la enfermedad, incluso las formas más leves, pueden cursar con diversos estados carenciales, incluyendo ane­mia, osteopenia u osteoporosis y un amplio abanico de síntomas digestivos y extradigestivos. Todas estas manifestaciones,
así como las alteraciones serológicas e histológicas, mejoran sensiblemente e incluso llegan a desapa­recer al retirar el gluten de la dieta, reapareciendo al introducir de nuevo este elemento en la alimentación. 


SUS FORMAS CLÍNICAS:

Sintomática o clínicamente activa:  
-Típica: Diarrea crónica, pérdida de peso, distensión abdominal, desnutrición, mal estado general, etc.
-Atípica: Anemia (por déficit de Fe , B12, Fólico), alteraciones óseas (osteopenia, osteoporosis, fracturas), alteraciones ginecológicas (amenorrea, infertilidad, abortos, impotencia), alteraciones neurológicas (ataxia, epilepsía, migrañas, depresión), alteraciones cutáneas (dermatitis herpetiforme, glositis, queilitis) y alteraciones digestivas (aumento de transaminasas).

Asintomática, subclínica o silente: Susceptibilidad genética, lesiones intestinales, anticuerpos positivos, sin clínica. Familiares de primer grado. Diagnóstico tardío por la falta de síntomas.

 
Latente: Anticuerpos positivos. Susceptibilidad genética. Vellosidades intestinales normales. Seguir evolución para diagnosticar la enfermedad si aparece.

Potencial:
Susceptibilidad genética, vellosidades normales, anticuerpos negativos.

SU DIAGNÓSTICO

+Sospecha clínica:
Se valorarán en el paciente la existencia de síntomas y signos de la enfermedad o la pertenencia a grupos de riesgo, ya sea por presentar alguna enfermedad que se pueda asociar con la enfermedad celíaca o bien que el paciente tenga familiares afectados.

+Marcadores serológicos
•Anticuerpos antigliadina IgA e IgG (cumplimiento de la dieta)
•Anticuerpos antiendomisio IgA (90% sensibilidad y 100% especificidad) (marcadores de la lesión intestinal)
•Anticuerpos antitransglutaminasa tisular IgA (95% sensibilidad, 90% especificidad) (Cribado de la población)
•Estudio Genético (HLA)


+Biopsia intestinal
La prueba para establecer el diagnóstico definitivo consiste en la práctica de una biopsia del duodeno proximal o del yeyuno(procedimiento más habitual en niños). Siempre debe de llevarse a cabo este procedimiento antes de proceder a la retirada del gluten de la dieta (es necesario disponer de un estudio de coagulación previo ya que algunos pacientes pueden tener un déficit de protrombina secundario a la malabsorción de Vit K).

Puede haber una asociación frecuente con otras enfermedades autoinmunes, indicando una respuesta inmunológica alterada en la que el gluten puede ser un factor desencadenante de una respuesta patológica. 
  1. Dermatitis herpetiforme:  ocurre en un 24% de pacientes celiacos. Son lesiones papulosas y vesiculosas en la piel de extremidades y tronco. Iguales determinantes genéticos y marcadores inmunológicos. Su diagnóstico: depósitos granulares de Ig A en la membrana basal subepidérmica. Elevación de AGA, EMA y ATG. Responde a la dieta sin gluten. 85% pacientes tienen lesiones intestinales. 
  2. Déficit selectivo de Ig A:  prevalencia: 1/500 hab. Clínica: Asintomáticos o infecciones de repetición . AGA y EMA IgA negativos.
    Cuidado con las transfusiones por poder desarrollar anticuerpos anti-IgA que den lugar a anafilaxia. 
  3. Diabetes mellitus tipo 1: Alteración en el metabolismo de la glucosa por defecto en la síntesis de insulina. 5 – 7% de pacientes padecen EC. Más frecuente en diabéticos de larga evolución y de precoz inicio de la diabetes. La dieta sin gluten mejora la EC y también la diabetes disminuyendo los requerimientos de insulina.
  4. Tiroiditis autoinmune: 14% de pacientes con EC. Más frecuentemente cursan con hipotiroidismo (10%), menos con hipertiroidismo (4%) y la mayoría con normalidad de hormonas tiroideas. Más frecuente en mujeres. La dieta sin gluten mejora las alteraciones y puede disminuir los requerimientos hormonales. 
  5. Alteraciones hepáticas: Cirrosis biliar primaria y hepatitis autoinmune.
  6. Enfermedad inflamatoria intestinal: Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, colitis colágena, colitis linfocítica.
  7. Síndrome de Down: 16% de pacientes presentan EC. Sistema inmunológico alterado.
  8. Ataxia cerebelosa: Instauración rápida. Infiltración linfocítica del cerebelo, columnas posteriores de la médula espinal y nervios periféricos. La dieta sin gluten, con un diagnóstico precoz, puede resolver completamente los problemas neurológicos.
  9. Epilepsia: Asociación entre EC, calcificaciones cerebrales y epilepsía, constituyen un síndrome. La epilepsía responde mal a fármacos anticomiciales pero mejora con la dieta sin gluten.
  10. Enfermedades reumatológicas: Artritis reumatoide y síndrome de Sjögren.

TRATAMIENTO

El único tratamiento eficaz de la enfermedad celíaca es una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. Con ello se consigue la mejoría de los síntomas aproximadamente a partir de las dos semanas, la normalización serológica entre los 6 y 12 meses y la recuperación de las vellosidades intestinales en torno a los 2 años de iniciado el tratamiento. En pacientes adultos, la respuesta clínica suele ser más lenta. Hay que excluir de la dieta el trigo, la cebada, el triticale, el centeno y todos sus derivados incluidos los almidones. La avena probablemente no ejerce un efecto nocivo por sí misma; sin embargo, muchos productos que contienen avena se hallan contaminados por trazas de harinas de otros cereales, lo que representa una limitación para su uso. 
Para conseguir una dieta sin gluten es necesario recurrir a un consumo preferente de alimentos naturales: carnes, pescados, huevos, leches y derivados, legumbres, frutas, verduras y hortalizas y cereales sin gluten como el maíz o arroz.

SEGUIMIENTO

Es preciso realizar un seguimiento clínico de los pacientes con objeto de vigilar la evolución de los síntomas, controlar el crecimiento en los niños y vigilar el cumplimiento de la dieta.
La determinación de AAtTG es de utilidad para el control del seguimiento correcto de la dieta, cuando la serología ha sido positiva. En aquellos pacientes que continúan con síntomas o presentan recidivas de los mismos, a pesar del régimen sin gluten, es obligado llevar a cabo una búsqueda intencionada de fuentes insospechadas de gluten en la dieta o de transgresiones mínimas.Ambas situaciones explican la mayoría de los casos que persisten sintomáticos o mantienen títulos elevados de marcadores séricos.
Algunas de las complicaciones que el enfermo celíaco sin tratamiento puede presentar a medio y largo plazo son: hipoesplenismo, insuficiencia pancreática exocrina, osteoporosis, crisis celíaca, yeyunoileítis ulcerativa crónica, sobrecrecimiento bacteriano y linfoma no Hodgkin. Se ha descrito igualmente una mayor prevalencia de otros tumores, incluyendo cáncer de faringe, esófago, estómago y recto.



Decálogo para el diagnóstico precoz de la enfermedad celíaca


La Enfermedad Celíaca (EC) es una entidad frecuente que afecta aproximadamente a una de cada cien personas. La mayoría de ellas permanecen sin diagnosticar; de ahí la necesidad de llevar a cabo una búsqueda intencionada de síntomas o combinaciones de síntomas que deberían suscitar la sospecha clínica. Las siguientes claves pueden ser de sumo interés para el diagnóstico precoz de la misma.

1.En el niño pequeño, los síntomas intestinales y el retraso de crecimiento, sobre todo si se acompañan de irritabilidad y anorexia, constituyen un cuadro clínico muy sugestivo de enfermedad celíaca.
2.En el niño mayor y en el adolescente, el hallazgo de un retraso de talla o de la pubertad, así como una ferropenia o una hipertransaminasemia sin otra justificación, obliga a descartar la existencia de enfermedad celíaca.
3.En los adultos, la presentación clásica en forma de diarrea crónica con clínica de malabsorción es inusual, siendo más frecuente en la actualidad la presencia de síntomas poco específicos.
4.La probabilidad de padecer una EC aumenta en determinados grupos de riesgo. Estos incluyen primordialmente a los familiares de primer grado, determinadas enfermedades autoinmunes (diabetes tipo I, hipotiroidismo, etc.) y algunas cromosomopatías como el síndrome de Down.
5.A menudo, el enfermo celíaco ha sido visitado por numerosos facultativos y sometido a diversas exploraciones complementarias, siendo etiquetado de un trastorno “funcional”. Estos pacientes merecen una especial atención, en particular, si además refieren una historia de aftas bucales, astenia, irritabilidad o depresión.
6.La EC debe incluirse en el diagnóstico diferencial de los pacientes con dispepsia tipo dismotilidad o distrés postprandial (saciedad precoz y plenitud postprandial), especialmente si asocian flatulencia, hinchazón y meteorismo. La sospecha debe ser firmemente considerada cuando los síntomas son crónicos y recurrentes y no han respondido adecuadamente a un tratamiento empírico.
7.Los pacientes que padecen diarrea acuosa crónica e intermitente y que han sido catalogados de síndrome de intestino irritable (SII), deben ser revisados de forma minuciosa. La coexistencia de flatulencia o distensión abdominal, borborigmos y deposiciones mezcladas con abundante gas (“explosivas”) obliga a considerar la posibilidad de una EC. 
El estreñimiento crónico no es un síntoma excluyente de padecer la EC.
8.Las situaciones siguientes, sin explicación demostrable, obligan a valorar el diagnóstico de EC: Las mujeres en edad fértil con ferropenia, infertilidad y abortos recurrentes; los que presentan elevación de transaminasas; los que refieren una historia de fracturas ante traumatismos mínimos o una osteopenia/osteoporosis detectada antes de la menopausia o en un varón adulto joven.
9.Los marcadores serológicos (AAtTG) resultan de elección para iniciar el despistaje de los pacientes con mayor probabilidad de presentar EC. Una serología negativa no permite excluir el diagnóstico de EC. De hecho, una proporción de pacientes con enfermedad celíaca, que presentan formas histológicas leves e incluso con atrofia de vellosidades, no expresan anticuerpos antitransglutaminasa en el suero.
10.El estudio genético (HLA-DQ2/DQ8) es útil en el manejo de la enfermedad celíaca, dado que casi la totalidad de los pacientes celíacos son HLA-DQ2 o DQ8 positivos. Su determinación tiene utilidad clínica en casos de pacientes con sospecha clínica bien fundada y estudio serológico negativo. Un estudio genético negativo excluye casi totalmente la enfermedad celíaca, evitando con ello pruebas invasivas, incómodas y de mayor coste.

 

 

Clasificación de los alimentos en función a su contenido en gluten


ALIMENTOS CON GLUTEN

—Pan y harinas de trigo, cebada, centeno, triticale, y probablemente la avena.
—Productos manufacturados en cuya composición figure cualquiera de las harinas ya citadas y en cualquiera de sus formas: almidones, almidones modificados, féculas, harinas y proteínas.
—Bollos, pasteles, tartas y demás productos de pastelería.
—Galletas, bizcochos y productos de pastelería.
—Pastas italianas (fideos, macarrones, tallarines, etc.) y sémola de trigo.
—Bebidas malteadas.
—Bebidas destiladas o fermentadas a partir de cereales: cerveza, agua de cebada, algunos licores, etc.


ALIMENTOS QUE PUEDEN CONTENER GLUTEN
 

—Embutidos: chorizo, morcilla, etc.
—Productos de charcutería. Patés diversos.
—Yogures de sabores y con trocitos de fruta.
—Quesos fundidos, en porciones, de sabores.
—Conservas de carnes. Conservas de pescado con distintas salsas.
—Caramelos y gominolas.
—Sucedáneos de café y otras bebidas de máquina.
—Frutos secos fritos y tostados con sal.
—Helados. Sucedáneos de chocolate.
—Colorante alimentario.

 (www.msssi.gob.es)

También te pueden interesar:
 
Asociación de Celiacos de Extremadura , Federación de Asociaciones de Celíacos de España

jueves, 5 de septiembre de 2013

Un repaso a la publicidad de la Aspirina® Bayer




Certificado original de la Aspirina® de Bayer de 1899.


1900

Para terminar las entradas relacionadas con la publicidad de medicamentos, dedico esta última al medicamento más conocido en el mundo...la Aspirina® de Bayer. 
Publicidad que va desde 1900 hasta nuestros días y que engloba a varios países. Espero que os guste.

PRIMEROS AÑOS





AÑOS '20


 

AÑOS '30



 

 

AÑOS'40






 

AÑOS'50



AÑOS '60

 



 

 AÑOS '70



 

AÑOS '80

 

 

AÑOS '90



EN EL SIGLO XXI









 


Agradezco a mis ojos por el aguante y la sequedad que les he causado por tanta búsqueda en internet y a Bayer España por las aportaciones a mi causa.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Candiasis vaginal, cuando el equilibrio se rompe

Voy a hablaros de un tema muy recurrente en farmacia comunitaria, la candidiasis vaginal.
La Candidiasis vaginal es una infección fúngica de la vagina causada por el hongo Candida albicans que es un tipo de hongo que a menudo está presente en pequeñas cantidades en la vagina, la boca, el tubo digestivo y en la piel. Por lo regular, no ocasiona enfermedad ni síntomas.
La mayoría de las mujeres tendrá una candidiasis vaginal en algún momento. Se consideran infecciones no complicadas cuando son esporádicas o con menos de tres episodios al año, los síntomas son leves o moderados, se presentan en mujeres sanas, no embarazadas.
Se considera candidiasis complicada cuando aparecen síntomas graves, recurrencia (más de cuatro episodios al año), mujeres con enfermedades subyacentes (diabetes mal controlada, inmunosupresión, tratamiento con corticoides…), mujeres embarazadas o infecciones por especies distintas de C. albicans.

La Candida y muchos otros gérmenes y microorganismos que normalmente viven en la vagina se mantienen mutuamente en equilibrio. Sin embargo, ciertas condiciones alteran este equilibrio natural, permitiendo a la Candida crecer en exceso:

+Embarazo y otros cambios hormonales: El embarazo produce un ambiente ideal para el crecimiento de las levaduras. Los antiguos anticonceptivos que contenían elevadas dosis de estrógenos hacían a algunas mujeres más propensas a tener candidiasis. Suelen comenzar antes del período menstrual, posiblemente debido a cambios hormonales.
+Diabetes mellitus: Si los niveles de azúcar en sangre están mal controlados, las levaduras pueden crecer de forma excesiva.
+Uso de antibióticos de amplio espectro: Los antibióticos destruyen las bacterias de nuestro organismo que controlan el crecimiento de las levaduras. Algunos antibióticos se asocian de forma particular con la candidiasis vaginal.
+Uso de corticoides y otros fármacos que alteran el sistema inmune: Aumentan el crecimiento de las bacterias o interfieren con los mecanismos de control del organismo. Otros factores: El uso de aceites de baño, jabones perfumados o desodorantes perfumados. El uso de ropa muy ajustada o sintética.
    Una candidiasis no es una enfermedad de transmisión sexual, sin embargo, algunos hombres presentarán síntomas como prurito y erupción en el pene después de tener contacto sexual con una mujer que tenga candiasis.
    Tener muchas infecciones vaginales por cándida puede ser un signo de otros problemas de salud. Otras infecciones y flujos vaginales se pueden confundir con una candidiasis vaginal. 

    Sus síntomas:

    -Flujo vaginal anormal (varía de una secreción blanca ligeramente acuosa a un flujo blanco espeso y abundante (como requesón).
    -Relaciones sexuales dolorosas.
    -Micción dolorosa: producido porque la orina irrita el tejido inflamado de la vulva.
    -Enrojecimiento y inflamación de la vulva: lo que produce dolor. El rascado puede empeorarlo. Pueden aparecer úlceras en la vagina y en la vulva.
    -Ardor y prúrito en los labios y en la vagina.
    -Puede aparecer olor leve.

    El diagnóstico médico se basa en los síntomas clínicos, pero teniendo en cuenta que no son específicos de candidiasis. Se necesita el examen ginecológico y la toma de una muestra de exudado para su observación microscópica directa y determinar la causa de los síntomas y tratarla de forma eficaz.
    El flujo vaginal y el picor pueden deberse a otras infecciones, tales como vaginosis bacterianas, infección por Trichomonas o por Chlamydia. A veces el herpes genital también puede confundirse con una candidiasis vaginal.

    Los medicamentos para tratar las candidiasis vaginales están disponibles ya sea en cremas vaginales, óvulos (parecidos a un supositorio), cápsulas o pastillas:
    • Miconazol
    • Clotrimazol
    • Tioconazol
    • Butoconazol 
    Con el tratamiento adecuado los síntomas por lo general desaparecen completamente. 

     

    Alrededor de un 5% de las mujeres con candidiasis vaginal desarrollan una candidiasis vulvovaginal recurrente, esto es, cuatro o más infecciones con síntomas en un año. Aunque es más frecuente en las mujeres con diabetes o un sistema inmune alterado, otras no tienen ninguna condición que favorezca la aparición de estas infecciones recurrentes. Actualmente la candidiasis vulvovaginal recurrente se trata con medicación antifúngica intensiva por vía oral.   
        

    Para ayudar a prevenir y tratar el flujo vaginal:

     

    -Mantén tu área genital limpia y seca. Evita el jabón, sólo con agua. Sentarse en un baño tibio, pero no caliente puede aliviarte los síntomas.
    -No tomes duchas vaginales. Si bien muchas mujeres se sienten más limpias si toman duchas vaginales después de la menstruación o relación sexual, esto puede realmente empeorar el flujo vaginal debido a que elimina bacterias sanas que recubren la vagina y que están allí para protegerte contra una infección.
    -Usa condones para evitar contraer o diseminar infecciones de transmisión sexual (ITS).
    -Evita el uso de aerosoles, fragancias o polvos de higiene femenina en el área genital.
    -Evita el uso de pantalones largos o cortos extremadamente apretados, los cuales pueden causar irritación.
    -Usa ropa interior de algodón. Evita la ropa interior hecha de seda o nailon debido a que estos materiales no son muy absorbentes y restringen el flujo de aire. Esto puede incrementar la sudoración en el área genital, lo cual puede ocasionar irritación.
    -Usa protectores y no tampones.
    -Si tienes diabetes, mantén un buen control de los niveles de azúcar en la sangre.
    -Recambio a diario de la ropa interior y de las toallas de baño.