Antes de escribir sobre los termómetros de galinstan®, empezaré a hablar de la toxicidad del mercurio, metal pesado usado en los antiguos termómetros que teníamos siempre en las casas de nuestros padres.
En España, la Orden PRE/222/2009, de 6 de febrero aparecida en el BOE, modificó el anexo I del
Real Decreto 1406/1989, de 10 de noviembre, por el que se imponen limitaciones
a la comercialización y al uso de ciertas sustancias y preparados peligrosos
(dispositivos de medición que contienen mercurio). En dicha Orden indica que "No podrá comercializarse mercurio a partir del 3 de abril de 2009 en termómetros utilizados como productos sanitarios para la medición
de la temperatura corporal, y en otros dispositivos de medición destinados a la venta al público en
general (por ejemplo, manómetros, barómetros, esfigmomanómetros y
termómetros no médicos)."
El
mercurio metálico se ha utilizado durante muchos años en termómetros y
tensiómetros, ¿pero de dónde provenía?. El mercurio se
encuentra de forma natural en la
corteza terrestre y se libera durante las erupciones volcánicas, y como
subproducto de las actividades humanas, tales como la combustión del carbón, la
minería y el refinamiento de los metales.
Una vez
liberado, el mercurio puede recorrer grandes distancias antes de depositarse en
la tierra y el agua donde, bajo la acción de microorganismos, forma el
metilmercurio.
Este metilmercurio se bioacumula y se vuelve parte de la cadena alimentaria
acuática.
El mercurio orgánico es un agente neurotóxico, especialmente para el desarrollo
fetal y del cerebro de los niños.
Por eso, cuando los dispositivos usados en casa y en los centros de salud se rompen o tienen alguna fuga, el mercurio metálico se libera al exterior, y cuando inhalamos esos vapores de mercurio puede causar daño a los pulmones, los
riñones y el sistema nervioso central.
Los síntomas de la intoxicación por
mercurio debido a exposición crónica pueden incluir temblores, dificultad para
respirar, irritabilidad y depresión.
Las medidas restrictivas para el uso de termómetros de mercurio están relacionadas con la
protección del medio ambiente, debido a que el mercurio es un metal pesado, altamente contaminante. Los seres humanos están expuestos al mercurio por
la contaminación del aire, el agua o los alimentos.
Por eso, aparecen los termómetros de galinstan®, un metal líquido compuesto por una mezcla eutéctica de galio, indio y estaño, con un comportamiento termométrico similar al del mercurio, pero sin su potencial contaminante.
El termómetro está constituido por una varilla capilar de cristal óptico rodeado de una camisa protectora de vidrio en la cual se forma el depósito de galinstan. Tiene una escala de 35 a 42 oC con divisiones de décimas de grado impresa sobre cartulina y adherida a la varilla capilar situada en el interior de la camisa externa.
La toma
de la temperatura debe durar como mínimo 4 minutos. Sirven para medición rectal, axilar u
oral. Al ser el galinstan una aleación de componentes no tóxicos, se puede desechar en la basura domestica. En caso de rotura no existe
riesgo al manipular este producto, siguiendo las indicaciones del fabricante, ya que el líquido
es inocuo y ecológico. La inhalación del líquido vertido no representa una posibilidad de exposición.
(FUENTES: Sistemas de medición de temperaturas; María Queralt Gorgas)
(FUENTES: Sistemas de medición de temperaturas; María Queralt Gorgas)