domingo, 1 de septiembre de 2013

Candiasis vaginal, cuando el equilibrio se rompe

Voy a hablaros de un tema muy recurrente en farmacia comunitaria, la candidiasis vaginal.
La Candidiasis vaginal es una infección fúngica de la vagina causada por el hongo Candida albicans que es un tipo de hongo que a menudo está presente en pequeñas cantidades en la vagina, la boca, el tubo digestivo y en la piel. Por lo regular, no ocasiona enfermedad ni síntomas.
La mayoría de las mujeres tendrá una candidiasis vaginal en algún momento. Se consideran infecciones no complicadas cuando son esporádicas o con menos de tres episodios al año, los síntomas son leves o moderados, se presentan en mujeres sanas, no embarazadas.
Se considera candidiasis complicada cuando aparecen síntomas graves, recurrencia (más de cuatro episodios al año), mujeres con enfermedades subyacentes (diabetes mal controlada, inmunosupresión, tratamiento con corticoides…), mujeres embarazadas o infecciones por especies distintas de C. albicans.

La Candida y muchos otros gérmenes y microorganismos que normalmente viven en la vagina se mantienen mutuamente en equilibrio. Sin embargo, ciertas condiciones alteran este equilibrio natural, permitiendo a la Candida crecer en exceso:

+Embarazo y otros cambios hormonales: El embarazo produce un ambiente ideal para el crecimiento de las levaduras. Los antiguos anticonceptivos que contenían elevadas dosis de estrógenos hacían a algunas mujeres más propensas a tener candidiasis. Suelen comenzar antes del período menstrual, posiblemente debido a cambios hormonales.
+Diabetes mellitus: Si los niveles de azúcar en sangre están mal controlados, las levaduras pueden crecer de forma excesiva.
+Uso de antibióticos de amplio espectro: Los antibióticos destruyen las bacterias de nuestro organismo que controlan el crecimiento de las levaduras. Algunos antibióticos se asocian de forma particular con la candidiasis vaginal.
+Uso de corticoides y otros fármacos que alteran el sistema inmune: Aumentan el crecimiento de las bacterias o interfieren con los mecanismos de control del organismo. Otros factores: El uso de aceites de baño, jabones perfumados o desodorantes perfumados. El uso de ropa muy ajustada o sintética.
    Una candidiasis no es una enfermedad de transmisión sexual, sin embargo, algunos hombres presentarán síntomas como prurito y erupción en el pene después de tener contacto sexual con una mujer que tenga candiasis.
    Tener muchas infecciones vaginales por cándida puede ser un signo de otros problemas de salud. Otras infecciones y flujos vaginales se pueden confundir con una candidiasis vaginal. 

    Sus síntomas:

    -Flujo vaginal anormal (varía de una secreción blanca ligeramente acuosa a un flujo blanco espeso y abundante (como requesón).
    -Relaciones sexuales dolorosas.
    -Micción dolorosa: producido porque la orina irrita el tejido inflamado de la vulva.
    -Enrojecimiento y inflamación de la vulva: lo que produce dolor. El rascado puede empeorarlo. Pueden aparecer úlceras en la vagina y en la vulva.
    -Ardor y prúrito en los labios y en la vagina.
    -Puede aparecer olor leve.

    El diagnóstico médico se basa en los síntomas clínicos, pero teniendo en cuenta que no son específicos de candidiasis. Se necesita el examen ginecológico y la toma de una muestra de exudado para su observación microscópica directa y determinar la causa de los síntomas y tratarla de forma eficaz.
    El flujo vaginal y el picor pueden deberse a otras infecciones, tales como vaginosis bacterianas, infección por Trichomonas o por Chlamydia. A veces el herpes genital también puede confundirse con una candidiasis vaginal.

    Los medicamentos para tratar las candidiasis vaginales están disponibles ya sea en cremas vaginales, óvulos (parecidos a un supositorio), cápsulas o pastillas:
    • Miconazol
    • Clotrimazol
    • Tioconazol
    • Butoconazol 
    Con el tratamiento adecuado los síntomas por lo general desaparecen completamente. 

     

    Alrededor de un 5% de las mujeres con candidiasis vaginal desarrollan una candidiasis vulvovaginal recurrente, esto es, cuatro o más infecciones con síntomas en un año. Aunque es más frecuente en las mujeres con diabetes o un sistema inmune alterado, otras no tienen ninguna condición que favorezca la aparición de estas infecciones recurrentes. Actualmente la candidiasis vulvovaginal recurrente se trata con medicación antifúngica intensiva por vía oral.   
        

    Para ayudar a prevenir y tratar el flujo vaginal:

     

    -Mantén tu área genital limpia y seca. Evita el jabón, sólo con agua. Sentarse en un baño tibio, pero no caliente puede aliviarte los síntomas.
    -No tomes duchas vaginales. Si bien muchas mujeres se sienten más limpias si toman duchas vaginales después de la menstruación o relación sexual, esto puede realmente empeorar el flujo vaginal debido a que elimina bacterias sanas que recubren la vagina y que están allí para protegerte contra una infección.
    -Usa condones para evitar contraer o diseminar infecciones de transmisión sexual (ITS).
    -Evita el uso de aerosoles, fragancias o polvos de higiene femenina en el área genital.
    -Evita el uso de pantalones largos o cortos extremadamente apretados, los cuales pueden causar irritación.
    -Usa ropa interior de algodón. Evita la ropa interior hecha de seda o nailon debido a que estos materiales no son muy absorbentes y restringen el flujo de aire. Esto puede incrementar la sudoración en el área genital, lo cual puede ocasionar irritación.
    -Usa protectores y no tampones.
    -Si tienes diabetes, mantén un buen control de los niveles de azúcar en la sangre.
    -Recambio a diario de la ropa interior y de las toallas de baño.

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