martes, 8 de octubre de 2013

Problemas con los AINE (antiinflamatorios no esteroideos)

Pongo este post desde mi experiencia como farmacéutico comunitario al ver el abuso que cometen los pacientes tomando AINE, a pesar de nuestros consejos. Creo que tenemos que concenciarlos para un mejor uso, en cuanto a las dosis y pautas con los que los toman.

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) son fármacos muy prescritos como tratamiento sintomático de procesos agudos y crónicos. Se estima que el 20% de las personas mayores de 65 años los toman y que se prescriben a alrededor del 20% de los pacientes ingresados en los hospitales. Como son medicamentos muy accesibles, se consumen en grandes cantidades como automedicación, de forma no controlada y al margen de la prescripción médica. Aunque se trata de fármacos relativamente seguros cuando se administran a dosis adecuadas y en pacientes seleccionados, pueden producir efectos adversos e interacciones potencialmente graves que amenacen la vida. Estos hechos tienen especial importancia en los ancianos, que presentan una alta incidencia de patología crónica asociada (insuficiencia cardiaca, hipertensión, diabetes, etc); en estos pacientes los efectos secundarios asociados al uso crónico de AINE pueden exacerbar los síntomas de las otras patologías y aumentar su morbilidad y mortalidad.

La mayoría de las acciones terapéuticas y de los efectos secundarios de los AINE están relacionadas con la inhibición de la actividad de las ciclooxigenasas y de la síntesis de prostaglandinas (PG) y tromboxanos.
Se sabe que existen al menos 2 ciclooxigenasas con acciones diferentes: la isoforma COX-1, constitutiva, está presente en concentraciones estables en muchos tejidos y es responsable de la producción continua de PG para funciones fisiológicas, como la regulación del flujo sanguíneo renal, la excreción de sodio o la protección de la mucosa gástrica; la isoforma COX-2 es inducida en células migratorias (monocitos y macrófagos), células sinoviales y condrocitos por citokinas y otros estímulos inflamatorios.

Todo esto sugiere que las acciones terapéuticas de los AINE se podrían deber a la inhibición de COX-2 y que los efectos indeseables se relacionarían con la inhibición de COX-1.

En este grupo se incluyen medicamentos tan conocidos y usados como el ácido acetil-salicílico (AAS) (Aspirina®), ibuprofeno, indometacina, diclofenaco, piroxicam, etc. 
Se tratan de fármacos que se han utilizado para aliviar síntomas como el dolor, la inflamación aguda y crónica y así han contribuido de forma muy importante a mejorar la calidad de vida del ser humano puesto que son de gran utilidad para controlar enfermedades incapacitantes como las enfermedades reumáticas. Hay que destacar que además tienen una gran utilidad por su potencial como antiagregante es decir poseen la propiedad de disminuir la capacidad de las plaquetas para unirse y formar trombos este es el caso del AAS. Por esa capacidad se usan en la prevención y tratamiento de enfermedades vasculares tan importantes y tan prevalentes en la actualidad como el infarto de miocardio o los accidentes vasculares cerebrales.

EFECTOS ADVERSOS DE LOS AINE

Estos medicamentos, por su mecanismo de acción, pueden producir efectos no deseables en el organismo.

-Uno de los órganos diana de estos efectos adversos es en el aparato digestivo. Estos efectos se relacionan con la irritación directa o indirecta del tracto gastrointestinal. La mayoría de las veces es leve y no da síntomas, pero pueden ser muy graves. Este efecto adverso depende de la inhibición de las prostaglandinas, unas moléculas que juegan un papel importante en la protección de la mucosa gástrica, pues limitan la secreción ácida gástrica y estimulan la formación de mucus. Los efectos secundarios gastrointestinales más frecuentes son: esofagitis, úlceras (siendo sus complicaciones más frecuentes hemorragia y perforación), gastroduodenitis, lesiones tópicas y diarrea.
Los pacientes tratados con AINE que presentan un mayor riesgo de gastropatía grave (sangrado o perforación)son los que tienen patología gástrica concomitante y los que toman simultáneamente fármacos gastrolesivos.
Se considera, por tanto, pacientes de alto riesgo:

+ Los que tienen antecedentes personales de úlcera.
+ Los que presentan antecedentes de hemorragia digestiva o perforación relacionada con la toma de AINE.
+ Los mayores de 60 años.
+ Los que consumen AINE a dosis alta o de acción prolongada.
+ los que consumen simultáneamente anticoagulantes orales o corticoides.


-También pueden deteriorar otras funciones del organismo como la función renal. Mientras que el efecto de los AINE sobre el riñón sano es prácticamente despreciable, en los pacientes con hipovolemia, insuficiencia renal crónica, cirrosis o que reciben tratamiento con diuréticos se pueden producir alteraciones renales, siendo las más frecuentes la insuficiencia renal, la retención de sodio y la hipercalemia.

Los pacientes con función renal alterada en tratamiento con AINE pueden empeorar como consecuencia de la inhibición de la síntesis de PG. En el caso de los diabéticos, además, los AINE pueden desplazar de las uniones a las proteínas, pudiéndose producir una mayor actividad del fármaco y, por tanto, incrementar su capacidad hipoglucemiante.

-La hepatotoxicidad inducida por AINE es rara generalmente leve; habitualmente se manifiesta como una elevación asintomática y transitoria de las enzimas hepáticas.

-El principal mecanismo por el que los AINE incrementan la tensión arterial (TA) está en relación con la inhibición de la síntesis de PG, que produce un incremento de la reabsorción de sodio y retención de agua.
Si durante el tratamiento con un AINE se pierde el control de la TA en un paciente que estaba previamente controlado, se debe considerar el sustituir el AINE por paracetamol.


INTERACCIONES DE LOS AINE CON OTROS MEDICAMENTOS DE USO FRECUENTE

  • Con Corticoides: el consumo simultáneo de AINE y corticoides puede incrementar la incidencia de gastropatía como consecuencia de una mayor interferencia en la síntesis de PG. Esta combinación debería utilizarse con extrema precaución y hacer profilaxis de gastropatíacon misoprostol.
  • Con Anticoagulantes orales (ACO): el riesgo de sangrado gastrointestinal se incrementa en los pacientes que toman simultáneamente AINE y ACO. Este riesgoparece ser mayor con el AAS. Como en el caso de los corticoides, debe tenerse cuidado en los pacientes que se tratan con ambos fármacos y administrar profilácticamente misoprostol.
  • Con Antihipertensivos: el efecto antihipertensivo de los beta-bloqueantes y de los IECA se puede reducir cuando se administran AINE concomitantemente; esto se ha demostrado más claramente con la indometacina aunque podrían producirse alteraciones similares con otros AINE. Este efecto podría estar mediado por la inhibición de las PG inducida por los AINE.
  • Con Insulina y antidiabéticos orales: los diabéticos pueden precisar ajuste de su dosis cuando se les prescribe además AAS o fenilbutazona. Los salicilatos a dosis moderada poseen efecto hipoglucemiante; losdemás AINE parecen ser relativamente seguros en los diabéticos.
  • Con Uricosúricos: los pacientes con gota pueden precisardosis más bajas de AINE al aumentar la concentración sérica de AINE por reducción de la excreción renal. La combinación con AAS a altas dosis puede producir hiperuricemia.

RECOMENDACIONES

La AEMPS recuerda a los profesionales sanitarios las recomendaciones actuales en relación con el riesgo cardiovascular de los AINE:

•El balance beneficio/riesgo de los AINE continúa siendo positivo, siempre y cuando se utilicen en las condiciones de uso autorizadas.
•Los AINE se deben utilizar a las dosis eficaces más bajas posibles y durante el menor tiempo posible para controlar los síntomas de acuerdo con el objetivo terapéutico establecido.
•La prescripción y selección de un AINE debe seguir realizándose sobre la base de los perfiles globales de seguridad de cada uno de los medicamentos, de acuerdo con la información proporcionada en sus fichas técnicas (disponibles en www.aemps.gob.es), y en función de los factores de riesgo cardiovascular y gastrointestinal de cada paciente.



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