jueves, 3 de abril de 2014

Las vacunas y la alergia

Esta semana hablaré de la inmunoterapia, también llamada vacuna terapéutica antialérgica.
Para meternos un poco en materia, diré que la alergia es una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas que penetran en el cuerpo. Esas sustancias pueden penetrar por el aparato digestivo (alimentos, medicamentos), por el aparato respiratorio, absorbidas por la piel, o atravesando la piel (inyecciones, picaduras). El sistema inmune del cuerpo reconoce esas sustancias como extrañas e intenta neutralizarlas. Las personas sin alergia también las reconocen como extrañas, pero su organismo las neutraliza sin dañarse a sí mismo, mediante mecanismos llamados de tolerancia. En cambio, las personas con alergia las intentan neutralizar por mecanismos que se vuelven dañinos contra el propio organismo, y causan los síntomas de alergia

                                                           (UCM)

La alergia más frecuente, se debe a que el organismo forma IgE frente a una sustancia, frente a un alérgeno. Las personas sin alergia no suelen formar IgE frente a los alergenos, sino que se defienden por otros medios, otros mecanismos. 
 
La inmunoterapia va aconsistir en la administración de cantidades crecientes de un alérgeno (
sustancias capaces de provocar respuestas alérgicas) a un paciente hipersensible, con el propósito de modificar la respuesta a la exposición natural al mismo. Se intenta la disminución de la sintomatología hata que el cuerpo se 'acostumbre'. Las reacciones susceptibles de ser tratadas con inmunoterapia son las mediadas por inmunoglobulina E (IgE).


Las vacunas son muy específicas, así que deben de ser preparadas individualmente, atendiendo a la respuesta alérgica. En la mayoria de los casos van a ser preparados individualizados que se fabrican según la reactividad del enfermo.

Indicaciones de las vacunas de la alergia


Siempre que un paciente presente una enfermedad alérgica que afecte las vías aéreas inferiores (asma bronquial), y no se controle con medidas de control ambiental adecuadas. El momento del comienzo de la inmunoterapia es "cuanto antes" para evitar el desarrollo y la cronicidad del proceso.
Si la alergia afecta solo a vías aéreas superiores (rinitis), se indica en los siguientes casos:


1. Severidad de los síntomas, tanto por su duración (persistente) como por su intensidad (moderada-intensa). 
2. La medicación sintomática con antihistamínicos ó esteroides tópicos no controle la enfermedad o se tolere mal por el paciente, es decir que no cumpla con su objetivo (en este caso quedarían incluidos los incumplidores de tratamientos).
3. Como la aparición de asma o signos de asma ( tos nocturna, asma por ejercicio, hiperreactividad bronquial inespecífica) aparece en el 30% de los pacientes con rinitis y que no consultan o niegan el asma, las vacunas antialérgicas pueden tener una indicación preventiva del asma.

Las vacunas antialérgicas son muy útiles para el tratamiento de las alergias respiratorias y la alergia frente a pólenes, ácaros, hongos, epitelios, insectos o venenos. Es necesario que el diagnóstico sea certero, ya que la composición de los alérgenos en la vacuna es crítica para sea eficaz.

                                                      (Creative Commons Lizen)
 
Los pacientes que se vacunan tendrán una disminución progresiva de los síntomas causados por los alérgenos contenidos en la vacuna. La mejoría clínica se observa a partir del primer año, aunque la respuesta a la vacuna puede variar en los primeros meses de vacunación. 
Esta disminución de los síntomas también produce un menor consumo de medicamentos para controlar la alergia.

La administración de las vacunas


Hay dos fases:
  • Fase de iniciación: su objetivo es alcanzar la dosis óptima de tratamiento mediante la administración semanal de dosis progresivamente crecientes hasta llegar a la misma.  La duración de la fase de inicio es corta pero variable según el tipo de vacuna y pauta elegida.  Las pautas modernas (Agrupadas o Cluster) acortan este tiempo para llegar antes a la fase de mantenimiento.  Hay pautas muy rápidas con las que se consigue la máxima dosis en un solo día (Ultra Rush). El objetivo del tratamiento de iniciación es hacer que el paciente tolere la dosis máxima de la vacuna.
                                                           
  • Fase de mantenimiento: durante ella se administra la dosis óptica alcanzada, establecida por el especialista, con una periodicidad mensual. La duración total de tratamiento es de 3 a 5 años en la mayoría de los casos, según la patología del paciente,  grado de sensibilización y respuesta a la vacuna. En esta fase es cuando se alcanza el beneficio terapéutico que se persigue con la inmunoterapia.

Las pautas de administración son las siguientes:

-Coestacional o perenne: En los pacientes con hipersensibilidad IgE mediada a ácaros del polvo, hongos ambientales, epitelio de animales y veneno de himenópteros, se mantiene la administración del tratamiento durante todo el año sin necesidad de realizar ajustes específicos de la dosis de mantenimiento durante el mismo.


-Preestacional: Se utiliza para el tratamiento del paciente polínico en primavera. Se inicia el tratamiento en Octubre y una vez alcanzada la dosis de mantenimiento, se repite ésta con periodicidad mensual hasta el inicio de la polinización, momento en el que se interrumpirá totalmente la vacunación.


Los tipos de vacunas 


-Subcutáneas: son pinchadas habitualmente en el brazo, se comienza con una frecuencia que suele ser semanal, pero puede variar si  lo indica el alergólogo y se repiten hasta alcanzar una dosis máxima. A partir de este momento se espacian las dosis y se administrarán una vez al mes durante el tiempo que se le haya recomendado.
Debe realizarse en un centro sanitario con capacidad para tratar posibles reacciones. Tras la inyección del extracto el paciente debe permanecer en el centro durante al menos 30 minutos, sin realizar ejercicio físico violento ni tomar baños con agua caliente o saunas en las 3 horas siguientes a la aplicación.

-Sublinguales: se colocan unas gotas debajo de la lengua y debe esperarse unos minutos antes de tragarlas. Al principio se utilizan diariamente hasta llegar a la dosis máxima y luego 3 veces en semana o diarias según las presentaciones. 
Está prevista la próxima comercialización de otras presentaciones sublinguales en comprimidos. 

Reacciones adversas de las vacunas de la alergia


-Reacción cutánea inmediata: enrojecimiento en el punto de aplicación rodeada de eritema. Aparece a los 20-30 minutos y desaparece a las pocas horas. No obliga a reducir dosis si el diámetro es menor de 20 mm. Muy frecuente.

-Reacción cutánea retardada: inflamación del tejido subcutáneo con inflamación y picor, endurecida. Aparecea las 2-4 horas, con máximo a las 18-24 horas y desaparece en 1-2 días. Obligan a reducir dosis (ej.: 50%) y volver a incrementarla lentamente. 


-Reacción generalizada: desde la urticaria al shock anafiláctico. Muy raras, usualmente relacionadas con dosis altas o con pautas de dosificación no respetadas. Los asmáticos son el grupo de mayor riesgo. Las medidas inmediatas en caso de reacción anafiláctica incluyen colocar un torniquete sobre el punto de inyección para impedir la difusión de mediadores de la reacción) y el uso de la epinefrina intravenosa (adrenalina).


    ¿Cómo vienen preparadas las vacunas de la alergia?


    Cuando se piden por primera vez el laboratorio mandará una caja de inicio. Esta caja lleva de 1 a 4 frascos distintos, con un número o letra diferente, y cada uno de un color. Cada número o letra indica una concentración más fuerte. Se irá administrando la vacuna comenzando con la letra o número más bajo, hasta llegar al mayor, con el cual se alcanza la dosis máxima. Esta dosis máxima se va repitiendo hasta acabar ese frasco. La primera caja suele durar 4 a 6 meses.
    Cuando quede poco para acabar ese frasco hay que pedir la caja de continuación. La caja de continuación traerá uno o dos frascos del número o letra más alto, y se continuará con la dosis máxima el resto del tratamiento, sin tener que volver a empezar. Las cajas de continuación duran de 6 a 12 meses.
    Las vacunas sublinguales siguen el mismo esquema de caja de inicio y cajas de continuación, sólo que en vez de frascos con inyectables traerán frascos con gotas o pastillas para poner debajo de la lengua. Las cajas suelen durar de 1 a 3 meses. 



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